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La Escola Sant Gregori cuenta con dos edificios. Uno, la torre de la calle Arimon, ofrece unos espacios ideales para los más pequeños del colegio, los niños y niñas de Llar I y Llar II. A partir de EI 3 y hasta 2º de bachillerato, todos los cursos están ubicados en el edificio de Bellesguard en la calle Carles Riba 11-15.
PANORÁMICAS
Entrada, Auditorio, Biblioteca, Patio infantil, Aula de música, Terraza.
Las instalaciones de Bellesguard no fueron construidas todas a un mismo tiempo, sino que tienen su historia.
La Escuela nació en La Molina en el curso 1955-56, inicialmente como un internado, pero en seguida se trasladó a Barcelona y se alojó en diferentes edificios, el primero una torre modernista de la calle Ganduxer desgraciadamente hoy desaparecida.
En 1966 un grupo de padres adquirieron los terrenos en los que nos encontramos actualmente. El lugar era y sigue siendo privilegiado: a los pies de la sierra de Collserola y con unas vistas espléndidas sobre la ciudad de Barcelona y de cara al mar, constituía y sigue constituyendo una ubicación inmejorable para llevar a cabo nuestro proyecto de escuela.
La construcción del primer edificio tuvo lugar en dos fases: la primera, en 1966, fue obra del arquitecto Jordi Bonet, y la segunda, en 1974, obra del arquitecto Jordi Figueras. A la calidad de los edificios se sumaba la generosidad de espacios, pistas y ámbitos donde poder llevar a cabo todo tipo de actividades deportivas y escolares.
Pero el tiempo no pasa en vano, y en el curso 2005-2006, coincidiendo con la celebración de nuestro 50 cumpleaños, sentimos la necesidad de ampliar y mejorar las instalaciones. Nos movían sobretodo dos objetivos, integrar el Parvulario en Bellesguard y dar respuesta a la enorme vitalidad que siempre ha caracterizado la vida diaria de nuestra escuela: fiestas, exposiciones, música, teatro, recitales, conferencias, etc.
Era necesario, así pues, dotarnos de aulas y patios para Educación Infantil, de un aulario de calidad para la Escuela de Música y de una sala de actos que contara con unas condiciones ambientales y acústicas a la altura del trabajo que de una forma habitual ya realizábamos.
El reto consistió entonces en llevar a cabo una ampliación de las instalaciones que quedara perfectamente integrada y armonizada con el entorno natural y con los edificios preexistentes. La realización del proyecto –entre los años 2009 y 2011– corrió a cargo de los arquitectos Coll-Leclerc, con unos resultados realmente espectaculares. Con estas obras podemos decir que la escuela está finalmente terminada. La calidad, la modernidad y las enormes prestaciones del conjunto de nuestras instalaciones nos proporcionan hoy en día un entorno envidiable y unas condiciones inmejorables para dar continuidad al proyecto pedagógico que nos define.